Agua fresca, protector solar labial, gafas de sol, crema para el pelo,sombrilla...Pequeños grandes objetos que van a favorecer nuestras horas "playeras".
- Agua fresca, imprescindible, ya que estando tantas horas al sol se pierden líquidos.
- Protector solar, tanto corporal como labial. En pieles sensibles, debemos utilizar la mayor protección posible. El sol deshidrata las células y envejece la piel.
- Gafas de sol. Debemos tener unas buenas gafas de sol, con una buena lente protectora para evitar daños en la córnea. Tenemos que evitar las gafas de sol que se venden, sobre todo en verano, en los puestos de ferias y mercadillos. No son seguras, no han pasado ningún control de calidad y nos pueden salir muy caras en cuanto a nuestra salud.
- Crema para el pelo. Cuidarlo es primordial, tanto en casa como en la playa. Por eso, podemos meter en nuestra bolsa para evitar quemarlo. Así, lo secaremos e hidrataremos.
- Sombrilla. La exposición prolongada al sol puede crearnos dolencias en la piel. Por eso, estar un rato a la sombra no nos vendrá mal. También debemos evitar las horas de mayor potencia solar, de 12:00h a 16:00.
- A la hora del baño tenemos que introducirnos en el agua lentamente, mojando muñecas y nuca primero para evitar lo que popularmente se conoce como "corte de digestión".
- Debemos evitar las bebidas alcóholicas, ya que deshidratan el cuerpo.
- Es muy importante no echarnos crema hidratante en las pieles rojas (después de la playa), porque tendremos un efecto de quemadura (como el aceite en el agua) a la hora de sanear la piel.
Si seguimos estos pocos consejos tendremos un verano perfecto, y nuestro cuerpo nos lo agradecerá.
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