El Mercado de San Antón
Una terraza cosmopolita y moderna con vistas a los tejados de la capital, en el último piso del mercado gourmet de San Antón. Donde picotear entre horas, tomar una contundente cena, hacer la compra o visitar una exposición. Augusto Figueroa, 24.
Gaudeamus Café
Uno de esos sitios que sorprenden. Nunca se imaginaria encontrarse en el último piso de la biblioteca de la UNED una terraza tan impresionante. Desde aquí se contemplan unos atardeceres preciosos. Como cierra pronto, nada como seguir la marcha en el multicultural barrio de Lavapiés. Tribulete, 14.
Casa Granada
Casa Granada es una de las terrazas más escondidas de la capital. Ubicada en el 6 piso de un edificio en el que (por lo menos antes) no existía ningún distintivo de que aquí se encuentra un restaurante. Cuando subes te encuentras con un restaurante de barrio y un terraza “low cost” a medio camino entre el barrio de Huertas y Tirso de Molina. Ideal tomarse unas cañas un domingo de Rastro. Doctor Cortezo, 17.
El Viajero
Otro de los mejores planes para un domingo en Madrid es acudir al barrio de La Latina a tomarse un mojito. Uno de los mejores sitios donde lo preparan es en El Viajero, que además de una terraza a pie de calle tiene otra en la última planta. Muy rica la comida ítalo-argentina. Plaza de la Cebada, 11.
Terraza Atenas
A los pies de la Catedral de la Almudena se encuentra esta terraza situada en el parque del mismo nombre con aspecto de Ovni que cifra su encanto en la vegetación, en la música electrónica y funky y el ambiente bohemio. Un placer tomarse una copa tumbado en el césped. Una suerte de botellón “cool”. Segovia, 55 (esquina Cuesta de la Vega).
Hotel de las Letras
Otro hotel que se ha subido al carro de las terrazas en su último piso pero a diferencia de otros hoteles, no es una terraza con un portero dejando entrar sólo a los más guapos ni tiene unos precios abusivos. Con vistas a la Gran Vía, tiene un ambiente relajado y bucólico. Dispone además de aspersores con agua, fundamental ya que a media tarde suele pegar mucho el sol. Gran Vía, 11.
En definitiva, como cantaban The Refrescos en los 80 “aquí no hay playa” pero al menos nos quedan las terrazas…
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